CÁNCER DE MAMA
“Nada reemplaza la detección temprana", dijo especialista local
“Nada reemplaza la detección temprana. Hoy, el cáncer de mama afecta una de cada cinco mujeres con cáncer en nuestro país”, destacó el cirujano oncólogo Arturo Martín Gorodner con motivo de cumplir el próximo 19 de octubre, el Dia Internacional contra el cáncer de mama.

Gorodner enfatizó que “la enfermedad puede manifestarse como una dureza o nódulo mamario no doloroso y de crecimiento progresivo. Otros signos claves a tener en cuenta son: también secreción de material sanguinolento o sangre por un pezón (derrame) o eczema de aréola-pezón, formación rojiza-costrosa, pruriginosa, que simula una alergia”.
PAP, Mamografía y Autoexámen
Al efecto sostuvo que “es importante que las mujeres consulten, aún sin tener síntomas evidentes, debido a la presencia -en muchas de ellas- de lesiones conocidas como microcalcificaciones las cuales no producen síntomas y que solo se detectan en las mamografías”.
Gorodner ubicó al examen ginecológico junto a la mamografía -y eventualmente otros estudios que indicará un profesional acreditado- como chequeos fundamentales para la detección temprana del cáncer de mamas.
Dijo además que las pacientes con antecedentes familiares directos de cáncer de mama (madre, hermanas, abuelas, tías) deberán concurrir de ser posible, una vez al año para ser sometidas al examen médico y efectuar su pap mamográfico. En cambio, las pacientes sin antecedentes familiares aparentes, lo harán una vez por año, a partir de los 35 años, indicó.
Explicó asimismo que las mujeres pueden hacerse sin inconvenientes el autoexamen mamario. Existen distintas técnicas: de pie o acostadas o durante el baño. Se deben deslizar los dedos de la mano palpando el seno en toda su extensión, intentando detectar asimetrías, abultamientos, hundimientos, grietas, o derrames por pezón, inflamaciones, etc, es decir, todo lo que le llame la atención para consultar inmediatamente, explicó el galeno.
El futuro
Lejos estamos de aquéllas teorías Europeas de fines de siglo XIX que preconizaban que para “curar” el cáncer de mama había que extirpar la mayoría del tejido enfermo posible, manifestó el oncólogo Arturo Gorodner. Estas conductas de radicalidad, conllevaban a mayor morbimortalidad del perioperatorio, donde la paciente, a veces y sobre todo en la etapa preantibiótica, moría por complicaciones inherentes al acto quirúrgico y no a la enfermedad de base, el cáncer o neoplasia.
La especialización en cuidados paliativos, la cirugía de reconstrucción con colgajos antólogos y prótesis o expansores, además de la rehabilitación temprana, son hitos del final del siglo XX.
Los albores de esta era, nos encuentra a los cirujanos oncólogos en la necesidad de formar equipos inter y multidisciplinarios para tratar el cáncer y ante el desafío de ingresar en el mundo de la biología molecular. Como dicen algunos mastólogos, remarcó Gorodner, hoy es necesario comprender que cada enferma con cáncer de mama es diferente y necesita un tratamiento adecuado “a su medida”.
En la provincia de Corrientes, esta enfermedad ocupa el segundo lugar detrás de los tumores en cuello uterino, según el Atlas de Epidemiología Argentina del Cáncer.
Jueves, 6 de octubre de 2016