LEO MAYER
De perdedor afortunado a campeón
Hace una semana Leo Mayer perdía en la última ronda de la clasificación para el torneo de Hamburgo con un chico de 16 años pero conseguía ingresar al certamen como perdedor afortunado. Este domingo gritó campeón y lo festejó con su bebé en brazos.

Perdedor afortunado es el rótulo con el que un jugador que perdió en la última ronda de la clasificación ingresa al torneo por la baja de otro que estaba en el cuadro principal.
Así le ocurrió al argentino Leonardo Mayer, que el domingo pasado cayó en su último cotejo de la qualy de Hamburgo frente al alemán Rudolf Molleker, pero pudo ingresar al certamen por la baja del eslovaco Martin Klizan.
El correntino, ubicado en el puesto 138 del ranking mundial, seguramente sintió que tocó fondo cuando cayó ante el alemán Molleker, de apenas 16 años, y primer jugador nacido en el siglo XXI en ingresar a un torneo ATP.
No obstante, Mayer sorprendió a todos al vencer en la primera ronda al máximo favorito, el español Albert Ramos Viñolas y luego siguieron los triunfos contra el alemán Jan Lennard Struff y el checo Jiri Vesely para llegar a la semifinal y ganar el duelo de argentinos contra Federico Delbonis.
En el encuentro decisivo, el Yacaré se topó con el local Florian Mayer, a quien derrotó con parciales de 6-4, 4-6 y 6-3.
De esta manera, Mayer sumó su segundo título en el circuito ATP y vaya coincidencia, el primero también había sido en Hamburgo, hace tres años.
Esta enorme victoria le permitirá al argentino meterse nuevamente entre los 50 mejores del mundo, en un salto de más de 88 posiciones.
Su mejor clasificación fue en junio de 2015 cuando alcanzó el puesto 21, justo en el año en que saltó a la consideración popular.
Leo Mayer se hizo famoso cuando en marzo de 2015 ganó el partido más largo de la historia de la Copa Davis tras imponerse al brasileño Joao Souza por 7-6 (7-4), 7-6 (7-5), 5-7, 5-7 y 15-13 luego de 6 horas y 42 minutos.
Ese encuentro y otras muy buenas actuaciones lo convirtieron en un emblema argentino en la Copa Davis, certamen que pudo conquistar en diciembre pasado cuando junto a Del Potro, Delbonis y Pella vencieron a Croacia.
Con respecto a su carrera individual, Mayer venía padeciendo muchos altibajos y había retrocedido notoriamente en el ranking.
Este año sus resultados habían sido muy pobres y debido a su bajo ranking tuvo que jugar muchos torneos challengers o clasificaciones para ingresar a los ATP, justo lo que ocurrió en Hamburgo.
Hasta este torneo, el correntino llevaba ganado alrededor de 50.000 dólares en el año y en Alemania se quedó con un cheque de poco más de 200.000 euros, y con los puntos sumados gracias a esta conquista afrontará un final de temporada en el que entrará de manera directa a los torneos más importantes.
Mayer va a recordar siempre este título, como así también el festejo junto a su hijo Valentinto de seis meses, a quien corrió a besar tras la conquista, y lo ingresó al court mientras espera la premiación.
Domingo, 30 de julio de 2017