TENIS
Gustavo Fernández: "Algunos no lo consideran deporte y eso me molesta mucho"
Ya tiene su lugar ganado Gustavo Fernández en el circuito de tenis en silla de ruedas. El cordobés es parte de ese mundo que, de a poco, va ganando su lugar
Con tres títulos de Grand Slam (single en Roland Garros 2016 y Australia 2017 y dobles en Wimbledon 2015) y afirmado desde hace un tiempo entre los mejores del mundo, el riotercerense volvió al Bois de Boulogne para defender su título y quedó a solo un paso para concretarlo (cayó en la final ante el británico Alfie Hewett). De todos modos sus ojos inmensamente verdes siguen mirando todo con asombro. Se vio durante el sorteo de los cuadros en la plaza de los Mosqueteros: él apenas prestó atención para escuchar el nombre de su adversario del debut; antes y después sus ojos se clavaron en la pantalla gigante para seguir Murray-Nishikori.
-¿Tenés contacto con las estrellas?
-Con alguno sí pero la verdad, poco porque ellos vienen acá a trabajar. Conozco a los argentinos, a varios españoles. El propio Djokovic siempre se interesa por nosotros y muestra su aprecio por lo que hacemos.
-¿Pero alguna vez pudiste pelotear con ellos?
-No, nunca se dio. Con Del Potro jugué en una exhibición hace unos años en Mendoza, pero nada más.
La historia de Fernández ya se repitió hasta el cansancio. Hijo de un pentacampeón de la Liga Nacional de basquetbol de quien heredó su mismo nombre y hermano de Juan Manuel, ex base de la Selección argentina, con apenas un año y medio sufrió un infarto medular que lo dejó paralítico de la cintura para abajo. No se rindió. No se lo hubiera permitido ni él ni su familia. Y hoy es uno de los deportistas paralímpicos más destacados de Argentina.
-¿Es difícil ser atleta paralímpico en nuestro país?
-Tiene sus pro y sus contra. Lo pro es que representás a Argentina; la contra es que si no fuera por el Enard no podría estar acá porque el apoyo es mínimo por parte de las empresas.
-¿Y la gente común cómo te ve?
-Al ser un deporte en silla de ruedas alguna gente no lo considera deporte, le saca mucho valor y eso me molesta mucho. Si bien no es lo entretenido que puede llegar a ser el tenis convencional, nosotros somos profesionales, trabajamos cada dia, nos superamos; yo trabajo mucho para superarme como tenista. Trabajé mucho para mejorar mi derecha y mi saque, trabajé mucho mi concentración para mantener la estabilidad durante los torneos y que la gente no valore eso jode un poco.
-¿Qué hay que hacer?
-Cambiar la conciencia con respecto a discapacidad y deporte. Creo que coinciden plenamente. Eso lo tiene que cambiar todo el mundo pero la sociedad argentina está un poco más retrasada en ese sentido.
-Y en la vida diaria, ¿notás que te sienten diferente?
-No le doy mucha importancia. Lo noto pero no le doy bola. Me resbala. Vivo mi vida, soy feliz, me desarrollo y hago lo que quiero. Pero te das cuenta que la gente considera que la discapacidad es un problema enorme y no es tan así. Es una forma diferente de desarrollar la vida y vos la podés desarrollar y podés ir por tus sueños, ser lo que quieras ser y ser feliz.
-¿Qué es lo que más te molesta? ¿No poder usar un transporte público, no poder bajar por una rampa porque hay un auto mal estacionado?
-No. Todo eso me molesta mucho pero se da porque tenemos muy poco sentido de apoyo el otro. Y ese es un error muy grande de nuestra sociedad aunque sé que hay un contexto social que hace que cada uno tire para su lado. Pero a mí lo que más me molesta es que me tengan lástima. Eso no me ayuda para nada.
-¿Cuándo notás que la gente tiene esa sensación?
-Estoy con mi novia, salgo a comer y la gente me dice: “Fuerza, sos un ejemplo”. Y yo no quiero ser extraordinario. Yo quiero hacer mi vida. Si necesito ayuda la voy a pedir y está bien que lo hago. Pero no soy un incapacitado para todo.
-Odiás cuando te dicen que sos un ejemplo de vida, entonces.
-Por supuesto. Me río con mis amigos y con mi familia cuando lo escucho. Quiero que la gente vea que que soy apenas un discapacitado para así cambiar un poco a la sociedad.
Sábado, 10 de junio de 2017
