CHAMPIONS LEAGUE
Dybala e Higuaín, la perfecta sociedad que va por toda la gloria
La Juventus tiene una virtud enorme: con su autoridad y con su solidez, consigue que una serie semifinal de la Champions League se parezca a un trámite. Y no porque su fútbol sea burocrático. Casi todo lo contrario: es una celebración de superioridad
En 180 minutos, logró que el inminente campeón de Francia y la gran revelación de la temporada europea se pareciera a un rival deshilachado, falto de potencia, de capacidad de desequilibrio. Le ganó 2-1, de local, ahí en el estadio de la calle Gaetano Scirea. Completó el 4-1 en el global, tras aquel doblete de Gonzalo Higuaín, la semana pasada, bajo el cielo del Principado.
Al partido le sobró todo el segundo tiempo. Ya no había suspenso ni resquicio para el milagro. A los 33 minutos, Mario Mandzukic marco el primer tanto de la Vecchia Signora, tras un centro de Dani Alves. Once minutos después, el lateral brasileño -clave en este tramo decisivo de la Champions- convirtió el segundo con una volea para guardar en la memoria de los lindos recuerdos del gigante de Turín.
Más allá de esos dos gritos, la Juventus fue mejor en todos los aspectos del juego. Defendió con firmeza y vehemencia, fue astuto para aprovecharse de las urgencias del Monaco y exhibió variantes de ataque. Dybala volvió a ser el conductor detrás del centrodelantero, Higuaín. No deslumbraron como en otros tramos de esta campaña que puede derivar en la Triple Corona por primera vez en su larga y exitosa vida de 119 años. Pero fueron partícipes imprescindibles para que la Juve accediera a su novena final del trofeo más deseado.
En los alrededores del Juventus Stadium se encuentra el Paseo de la Fama del club. Allí hay tres argentinos incluidos: Raimundo Orsi -crack de los años veinte y treinta-, Enrique Omar Sívori y Mauro Camoranesi. Queda una impresión: Dybala e Higuaín están encaminando su recorrido por la Juventus a ese Paseo en el que ya se luce el nombre de un compañero de este plantel, el enorme Gianluigi Buffon, quien ante Monaco recibió un gol en la Champions -ese de Mbappe, de abajo del arco- luego de 689 minutos de invicto.
Se percibe hasta en los detalles. El primero: Dybala salió reemplazado a los ocho minutos del segundo tiempo. Mientras cedía su lugar a Juan Cuadrado, el estadio entero lo ovacionaba como sólo se ovaciona a los supercracks o a los emblemas. El segundo: ya en el segundo tiempo, cuando Kamil Glik -defensor del Monaco- pisoteó a Gonzalo Higuaín, los hinchas reaccionaron como si les hubieran lastimado a un hermano. Se recuerda: Pipita llegó esta temporada con la obligación de justificar los 100 millones de dólares invertidos por la familia Agnelli. Lo está logrando. En la vuelta ante Monaco, pudo haber aumentado su cuenta de 32 goles. Un offside mínimo lo impidió.
Desde los tiempos del gran Alfredo Di Stéfano (máximo referente del Real Madrid, el más campeón de la Champions) y del pergaminense José Héctor Rial (otra joya de la Casa Blanca) que una dupla ofensiva de argentinos no participa de una final de la máxima cita europea. Los números retratan su influencia en el logro: ellos -los dos principales goleadores del plantel- suman 49 goles entre todas las competiciones. Casi la mitad de los 101 convertidos por el equipo en esta campaña histórica (está a un paso de su sexto Scudetto consecutivo y disputará la final de la Copa de Italia, ante Lazio, en el Olímpico de Roma).
También se destacan en cuanto a presencias en el equipo. Higuaín es el que más partidos disputó, con 48. Y Dybala es el cuarto, con 41. No quedan dudas: se trata de dos intocables para el entrenador Massimiliano Allegri, el hacedor de esta Juventus que no para. Es el mismo hombre que, tras haber ganado cinco títulos en las pasadas dos temporada, ahora le trata de poner calma al escenario perfecto: “Todavía no se ganó nada. Nos quedan todas las finales por jugar”. De todos modos, empapado por los jugadores en la celebración del acceso a la final, lucía contento. La sonrisa no le cabía en la cara. Era (y es) el rostro de la Juventus de estos días.
Miércoles, 10 de mayo de 2017
