POLO
Se dio el gran gusto: la chica polista que jugó y ganó entre los hombres
Desde muy temprano Lía Salvo sintió que era una tarde especial. Todas las miradas, los saludos, las fotos y las felicitaciones previas en el Jockey Club fueron exclusivamente para ella. Pareció no importar demasiado que estuviera el mejor del mundo, Adolfo Cambiaso

Claro, para Salvo también fueron los nervios y la ansiedad, pero ese combo de sensaciones mutó en disfrute una vez que la bocha se puso en juego y anotó rápido dos de sus tres goles en el 13-10 de La Dolfina-El Paso ante Washington, lo que le valió, además, el pase a la final ante el ganador de La Aguada vs. Cría Yatay (jugarán hoy, a las 15).
Con muchísimas ganas de aprovechar la oportunidad de su vida, Lía fue decisiva en los últimos metros y sintió el rigor lógico de la fricción tratándose de la elite mundial del polo, pero con victoria y pasaje a la final del 52° Abierto del Jockey Club, sintió que había cumplido con su tarea. Por eso se liberó, lloró emocionada al abrazarse con los suyos.
"Tenía muchos nervios, pero una vez que arrancó y jugaron la pelota, estaba feliz y muy concentrada. Sentí el rigor a partir de la primera práctica del equipo, en la que dije ¡puta, andan fuerte!, y la verdad que tienen otra velocidad que yo no tengo, pero acá no sentí eso. El otro día jugamos 9 chukkers en La Dolfina. ¡Jamás en mi vida había jugado 9 chukkers y a fondo! Eso me puso un poco en ritmo", confesó Salvo.
En todo momento se sintió alentada y respetada. Y Lía disfrutó todo lo que vivió junto a los cracks de La Dolfina: "Ellos son unos monstruos, me decían "Sorry, qué mal que estoy jugando, qué fuera de timming", y yo los miraba y decía ¡están locos! Es impresionante tenerlos al lado, escuchar sus conversaciones, cómo inventan las jugadas en el momento y cómo se dan cuenta de que algo no anduvo para enseguida cambiarlo".
¿Cómo la vio Cambiaso? "Es significativo que esté jugando acá, y no sólo que haya ganado. Ser parte de la idea de jugar un abierto con una mujer y estar en una final no es poca cosa. Siempre fui de incluir a las mujeres y estoy muy favor de esto, porque para mí somos todos iguales. Lía arrancó lindísimo, con otro ritmo obviamente, pero le ganamos a un equipo de 33 goles. Jugamos bien, ella metió los goles que tenía que meter y la verdad que hizo cosas muy buenas", dijo.
A los 29 años, Lía Salvo (2 de handicap) aprovechó la chance de su vida e hizo historia grande en el polo.
Martes, 20 de septiembre de 2016