POLÍTICA
La decisión está en manos del Gobierno: crece la sospecha que Pérez Corradi es protegido de la DEA
JUSTICIA
La jueza Arroyo Salgado dispuso la extradición a Estados Unidos del supuesto autor ideológico del Triple Crimen.
Hace menos de un mes, el abogado Carlos Broitman se subió a un avión rumbo a los Estados Unidos. En Tribunales se sospechaba que había viajado para terminar de delinear un acuerdo. Y se acrecentó una vieja sospecha: que Ibar Pérez Corradi es un protegido de la DEA. Esos contactos explicarían cómo se mantuvo prófugo durante tantos años en la Triple Frontera, dedicado al trafico de otras sustancias, en reemplazo de la efedrina.
La orden de la jueza Sandra Arroyo Salgado, que le concedió la extradición por una vieja causa, podría frenar las investigaciones que están en marcha en otros juzgados. “Ahora depende de la decisión del Poder Ejecutivo”, dijo a Clarín una alta fuente judicial.
Tras su captura en la Triple Frontera, Perez Corradi ya declaró siete veces ante la jueza Maria Servini de Cubria. Las últimas jornadas estuvo acompañado de su otro abogado, Juan José Ribelli, ante la ausencia de Broitman. Aunque el testimonio se mantiene bajo reserva, trascendió que mencionó a varios políticos como Aníbal Fernández, Ernesto Sanz y Cristina Kirchner, entre otros. En Tribunales toman sus dichos con pinzas, pero había lineas de investigación en marcha.
En los últimos días, sus abogados venían amagando con presentar un escrito, que nunca se concretó. Mientras tanto, la jueza se puso en contacto con el Ministerio de Seguridad para evaluar un traslado a la cárcel de Ezeiza.
Desde su extradición al país, el supuesto autor ideológico del Triple Crimen vive en una pequeña celda celda del edificio Centinela, donde no tiene luz por una cuestión de seguridad. Cada vez que pasa por el juzgado, aprovecha para quejarse y pide mejores condiciones.
En 2009, Arroyo Salgado ya había concedido la extradición de Perez Corradi por el envío de 80 dosis de oxicodona a través de un correo privado, un hecho menor en relación a los delitos que se lo acusa en el país. Dos años después, la justicia federal decidió liberar al empresario, que terminó fugándose. Hubo un pase de facturas por ese episodio entre la jueza de San Isidro, el ex juez Norberto Oyarbide y la Cámara Federal.
Cinco años después, Arroyo Salgado vuelve a conceder la extradición. Otra vez la historia comienza a embarrarse.
Miércoles, 24 de agosto de 2016
