RIO 2016
De la Manu
El Mundial de 1998, disputado en Atenas, fue la primer experiencia de Emanuel Ginóbili en la Selección Argentina de básquet. Por ese entonces, siete de los jugadores del plantel que está en Río de Janeiro no llegaban a los seis años. Ni siquiera recuerdan dicho torneo.

Hoy, a punto de jugar su cuarto Juego Olímpico, Manu es uno de los líderes del equipo adentro y afuera de la cancha. Por eso, al finalizar la primera práctica en el Parque de los Atletas, el 5 habló para los más jóvenes: disfrutar del juego y del afuera fue el lema. El legado.
Sabiduría es la palabra que encaja justo en el escolta que acaba de cumplir 39 años y que se entrena como un debutante. Por eso, después de los aplausos que retumbaron en la cancha 3 del predio ubicado frente a la Villa Olímpica, y de que Sergio Hernández suelte un par de palabras, la voz la tomó Ginóbili. Y todos escucharon. Deck (21 años), Garino (23), Brussino (23), Delía (24), Campazzo (25), Acuña (25) y Laprovittola (26), en la primera fila. Mainoldi, con 31 pirulos, paró la oreja. Delfino (33), Scola (36) y Nocioni (36) también oyeron al más veterano. ¿Cuál fue el mensaje? “Lo que se dice entre el equipo, queda en el equipo”, soltó Manu ante los medios. Ahí también demostró su enseñanza, la del respeto por la intimidad. Pero Olé algo escuchó. Habló de lo que significa estar un Juego Olímpico, en donde es lindo ganar -como lo hicieron los cuatro referentes en Atenas 2004-, pero también es muy importante aprovechar la oportunidad cultural, relacionándose con atletas de más de 200 países y de diversos deportes.
“Yo ya era profesional cuando ellos nacían. La idea es que disfruten esta experiencia. Los más grandes tenemos el trabajito extra en ese aspecto pero lo hacemos con mucho gusto y sale natural. No me canso de admitir lo privilegiado que somos y la suerte que tenemos”, soltó el bahiense que seguirá una temporada más en la NBA.
Según reveló el mismo Ginóbili, hay dos jugadores que son base, no sólo por el puesto, sino porque son el enlace entre los que superaron las tres décadas y los que recién entraron en la segunda. Se trata de Campazzo y Laprovittola. “Facu y Nico son el nexo entre los viejos y los jóvenes, son dos jugadores fundamentales de este equipo y hacen de pegamento entre los dos sectores etarios”, explicó. Y agregó: “No imaginé que iba a estar acá, no porque no hubiese querido, pero la realidad es que pensé que ya iba a estar retirado”. No, no tiró la toalla; sí tira del carro.
¿Y adentro de la cancha cómo se llevan? “Estamos bien, entrenando y acostumbrándonos a jugar juntos, los jóvenes se van sacando la timidez, nosotros estamos conociéndolos más. Va queriendo”, cerró quien los lleva de la Manu.
Jueves, 4 de agosto de 2016