RIO 2016
La bandera idolatrada
La celeste y blanca subió bien alto en la Villa Olímpica durante la ceremonia en la que recibió a la delegación nacional. Hubo baile, mucha música brasileña y pasión bien Argentina.
No hubo protocolo. No. En la Villa Olímpica hubo una ceremonia de bienvenida de la Argentina que quebró todas las reglas. La delegación nacional izó la bandera celeste y blanca en ese rincón sagrado en el que sueñan los atletas de todo el mundo. En el que dentro de unos días se alojará Bolt. En el que pronto también llegarán las Leonas. En el que este martes fue bien nuestro.
La ceremomia fue compartida con Malta, Suecia y Camerún. Pero el ruido fue bien argentino. Ahí estaban las chicas de del handball que debutan en los Juegos, que bailan y siguen soñando un sueño olímpico que parecía imposible. Y también estaban los Leones, y Belén Pérez Maurice, y la familia Gil de tiro, y los gimnastas Córdoba y Valente, y Brian Rossi y Lucía Palermo que dejaron de remar por un rato.
Un grupo de 50 bailarines ensayaban una coreografía mezcla samba y bossa nova, mix de gatoros y garotas que se movían como pidiendo una medalla.
Los del fútbol no estuvieron. El equipo del Vasco se quedó entrenando. Esta ceremonia se repite varias veces en el día. Pero la nuestra fue distinta. Mario Cilenti, el director de la Villa Olímpica, es argentino. Y lo cuenta en el evento. Y le agradece a Diego Gusmán, el jefe de la misión del Comité Olímpico Argentino.
De fondo se ve el edificio 24 en el que se aloja todo el equipo nacional. De los cinco pisos sólo hay tres habitados. Se espera que para el 11 de agosto, cuando se complete toda la delegación, se puedan solucionar los problemas edilicios. Pero todo eso ahora queda en un segundo plano. La Argentina sólo quiere competir. Ya plantó bandera.
Martes, 2 de agosto de 2016
