INICIO DEL AÑO JUBILAR
Stanovnik insta a redescubrir las obras de misericordia
En el inicio del Año jubilar el arzobispo de Corrientes pronunció una homilía en la que señaló la responsabilidad de la Iglesia de ir a donde se encuentran los creyentes.

"Ir el encuentro de cada hombre allí donde vive: en su ciudad, en su casa, en el trabajo…; dondequiera haya una persona, allí está llamada la Iglesia a ir para llevar la alegría del Evangelio y llevar la misericordia y el perdón de Dios”, dijo anoche durante la misa en la Iglesia de la Cruz de los Milagros
"La cruz es el signo por excelencia del perdón de Dios, la llave que abre la Puerta Santa, el umbral que estamos llamados a atravesar para experimentar el dolor por nuestros pecados y sentir el perdón y el abrazo consolador de Dios nuestro Padre" agregó.
Recordó que en este Año de la Misericordia se nos brinda una ocasión extraordinaria para liberarnos del peso de los propios pecados ya que "cuando nos arrepentimos sinceramente de nuestras faltas, Dios nos perdona inmediatamente"
" Sin embargo, todavía no nos liberamos de aquello que llamamos el peso, la pesadumbre o la pena que produce el pecado. Allí es donde actúa la gracia de la indulgencia. El perdón indulgente es como un perdón extraordinario de Dios que se nos ofrece en este tiempo santo de la Misericordia, un perdón que nos libera de esa pesadumbre o pena que acarrea el pecado",recordó
Stanovnik dijo que el papa Francisco establece unas condiciones muy amplias para acogerse al don de la indulgencia, a fin de que nadie quede sin la gracia de experimentar profundamente la presencia de Dios como a un verdadero Padre. Explicó que se han distribuido unos trípticos donde se dan a conocer esas condiciones para ganar la indulgencia
Propuso luego redescubrir las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos.
Y junto con eso : dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.”
¡Qué diferente sería nuestra vida si nos propusiéramos como programa diario alguna de estas obras!, señaló
Domingo, 13 de diciembre de 2015