primera división
Rosario Central encontró el empate ante Huracán que lo complicó
El equipo Canalla, con una racha de 11 partidos sin derrotas, igualó 1 a 1 frente al Globo, en el marco de la undécima fecha. Los goles: Torassa y Villagra.El Gigante de Arroyito se vistió de gala para el espectáculo que animaron Rosario Central y Huracán, por la duodécima fecha del campeonato doméstico. Con la posibilidad de volver a la cima del certamen, los de Eduardo Coudet intentaron lastimar desde el comienzo al campeón de la Supercopa Argentina.

A pesar de las insistentes maniobras generadas por Franco Cervi, acompañadas de la jerarquía de César Delgado y el oportunismo de Marco Ruben, el que tuvo las ocasiones más claras para romper el cero fue el "Globo". Las punzantes intervenciones de Cristian Espinoza pusieron en jaque al arco defendido por Mauricio Caranta. El tiro libre estrellado en el travesaño fue el claro ejemplo del susto que se vivía en Rosario.
La catástrofe se produjo desde los doce pasos. El penal sancionado por Darío Herrera le dio la posibilidad a Agustín Torassa de poner a la entidad de Parque Patricios en ventaja. Si bien el remate fue débil y anunciado, los esfuerzos del ex Boca y Lanús no sirvieron para evitar la tragedia. La punta parecía alejarse en el universo del "Chacho".
Sin embargo, en el complemento ingresó Franco Niell por Nery Domínguez y el ex Gimnasia le cambió la cara a la "Academia". Con más recursos en ataque, el dueño de casa consiguió emparejar las acciones. Tras una confusa jugada, en la que todos los hombres de Central se quedaron reclamando una mano de Federico Mancinelli adentro del área, Cristian Villagra se adueñó de un rebote y la clavó en el poste más lejano de Marcos Díaz. Con el 1 a 1, el resto del pleito favoreció al dueño de casa, ya que el envión anímico llevó el juego al área ajena.
A pesar de haber terminado con superioridad numérica y un dominio claro, los canallas no lograron quedarse con el triunfo. La expulsión de Edson Puch debilitó sensiblemente al elenco de Néstor Apuzzo, que defendió el punto con uñas y dientes. Fue una nueva hazaña para los quemeros, esta vez con el sabor de habitual de amargar a un rival que quería llegar a lo más alto.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com
Sábado, 2 de mayo de 2015