CAUSA "LA MANZANITA" - YAPEYÚ
Cuatro años de cárcel y multa de $12.500 para dueña de una whiskería
(02/10/2014) Una mujer propietaria de una whiskería de la localidad de Yapeyú denominada “La Manzanita” fue condenada a cuatro años de prisión y multada con la suma de 12.500 pesos por promover la prostitución y regentear una casa de tolerancia, en el marco de una causa que se inició a raíz de una denuncia de una joven de bajos recursos que era obligada a tener relaciones sexuales con “clientes” del local mayores y menores de edad.

El Tribunal Oral Penal de Paso de los Libres declaró penalmente culpable a Mirtha Beatriz Sandoval, de 53 años, conocida como “Adriana”. Además, los jueces Marcelo Fleitas, Gustavo Ifrán y Marcelo Pardo remitieron los cuadernos secuestrados a la Fiscalía Federal de Paso de los Libres, a cargo de Benito Pont, donde paralelamente se abrió una investigación para tratar de establecer si la condenada incurrió en la comisión del Delito de Trata de Personas con fines de explotación sexual.
El monto de la pena coincidió con lo solicitado por el representante del Ministerio Público Fiscal, José Alberto Fabricio. Por su parte, el abogado Luis Fernández, a cargo de la asistencia técnica de Sandoval, pidió que la imputada sea absuelta de culpa y cargo por el delito “promoción de la prostitución” establecido en el artículo 125 bis. No obstante, el letrado no cuestionó la otra calificación legal que se le achacaba a su asistida: el del regenteo de casa de tolerancia, fundado en el artículo 17 de la Ley 12.331.
En el transcurso del proceso, declaró la víctima C.D.B, de 19 años, y ratificó su declaración en la etapa de instrucción. Contó que había ido a vivir a la casa de Sandoval -el mismo lugar donde funcionaba el prostíbulo-, siendo engañada por ésta para que trabaje en quehaceres domésticos y venta de bebidas en la barra. Expresó que a los pocos días “Adriana” comenzó a promover la prostitución diciéndole que tenía que vender su cuerpo. Que por su culpa, ella estaba perdiendo dinero en el “negocio” y que si no pasaba a la pieza con los “clientes” a tener sexo, no le iba a dar de comer. Según la pieza procesal, la imputada se aprovechó “así de la situación de vulnerabilidad en que se encontraba la víctima al no tener lugar donde vivir”.
La chica contó lo que ocurrió el 26 de mayo de 2013, mientras se realizaba una fiesta en el local. “Me llamó la dueña y me quiso obligar a que pasara a la pieza con clientes y ahí le dije que no. Me lleva a la cocina y me dice que tenía que vender mi cuerpo si quería comer, como amenazándome.
En un momento me toma de la ropa y me da un sacudón y me pega unas cachetadas para que yo accediera y me acostara con personas que le estaban ofreciendo buena plata por mi cuerpo”. Fue así que la víctima terminó en una habitación con un hombre que le pagó a la propietaria del local, como regente y administradora de la casa de tolerancia, la suma de 200 pesos para tener relaciones con la denunciante.
Según se detalló en la investigación, “el contacto sexual no se produjo entre ambos por común acuerdo entre los dos”. La víctima además había señalado que en el prostíbulo concurrían asiduamente menores de edad, oriundos de distintas ciudades vecinas.
Trata
Cuando se realizó el operativo en la whiskería “La Manzanita”, los investigadores hallaron también a otras dos mujeres explotadas sexualmente. Una de ellas contó que había conocido a Adriana cuando estaba en Mercedes. “La conocí mediante una amiga mía que le dio mis referencias, y por eso me ofreció trabajo en su local”. A raíz de este testimonio, y ante la sospecha de que la imputada podría haber incurrido en el delito de trata “por la idea de captación y traslado”, la Justicia correntina resolvió remitir copias del expediente a la Justicia Federal.
(Diario Norte)
Jueves, 2 de octubre de 2014