COLOMBI POR CADENA NACIONAL
Acusó a San Lorenzo de pagar a los árbitros
Se habrá sentido uno de los propios, vaya a saber. Lo cierto es que aprovechó el ocaso de la cadena nacional para meter un bocadillo picante, a los gritos, como desde la tribuna. Tal vez como la de Porto Alegre, Brasil, donde estuvo hace poco alentando a la selección.

Cristina Fernández saludaba el histórico triunfo continental de San Lorenzo hasta que escuchó una feroz acusación desde atrás: el gobernador de Corrientes, nada menos, denunció públicamente, por cadena nacional, que San Lorenzo pagó al árbitro para salir campeón.
“¿Cómo que pagaron al árbitro? Colombí (sic), ¿vos decís que pagaron?”, preguntó la mandataria que, de ese modo -ella misma se jactó- mandó al frente al correntino fanático hincha de Boca Juniors, además de jugador amateur, de los ásperos, según dicen los que alguna vez sintieron de cerca la presencia del fornido central.
Salvo la firma de un convenio por viviendas, Ricardo Colombi no hizo más que asistir de cuerpo presente y con mohín de perro extraviado a la fiesta kirchnerista de ayer. Pero no estaba para eso: abrió la boca y desató un escándalo nacional.
El Gobernador fue invitado a la Rosada para escuchar un nuevo discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que sirvió en esta oportunidad para relanzar un plan para la construcción de casas; para inaugurar otras tantas en dos provincias y para que bajara línea sobre el tratamiento que seguirán teniendo los fondos buitre.
Calladito, acomodando de vez en vez el nudo de su corbata (que al parecer lo asfixiaba, dada la abundancia de liturgia y proliferación de funcionarios afectos a la obsecuencia, contagiosa por cierto), Colombi presenció en primera fila, por segundo día consecutivo, la redistribución de los recursos del Estado, acción que le estuvo vedada por algún tiempo.
Pero tanto tiempo cerca de Cristina lo envalentonó al mandatario mercedeño. Se habrá sentido uno de los propios, vaya a saber. Lo cierto es que aprovechó el ocaso de la cadena nacional para meter un bocadillo picante, a los gritos, como desde la tribuna. Tal vez como la de Porto Alegre, Brasil, donde estuvo hace poco alentando a la selección.
Cristina Fernández saludaba el histórico triunfo continental de San Lorenzo hasta que escuchó una feroz acusación desde atrás: el gobernador de Corrientes, nada menos, denunció públicamente, por cadena nacional, que San Lorenzo pagó al árbitro para salir campeón.
“¿Cómo que pagaron al árbitro? Colombí (sic), ¿vos decís que pagaron?”, preguntó la mandataria que, de ese modo -ella misma se jactó- mandó al frente al correntino fanático hincha de Boca Juniors, además de jugador amateur, de los ásperos, según dicen los que alguna vez sintieron de cerca la presencia del fornido central.
La cosa terminó allí. Al menos por cadena nacional. No se sabe si el más sanlorencista del Gobierno, el “Cuervo” Larroque, le devolvió después las atenciones. Pero lo más grave del caso, tal vez, sea que Cristina, a tantos años de haber cerrado los primeros acuerdos políticos con el mercedeño, cuando aún vivía su esposo, todavía no sepa pronunciar su apellido. Pobre “Colombí”. Para la Presidenta es así, con tilde en la “i”.
Eduardo Ledesma
Viernes, 15 de agosto de 2014