CONTRAEN ENLACE ADRIANA LOETTI Y HERNÁN BRONDANI
Las emociones de “la pluma y el sentimiento” en primera persona
(SOCIALES) Anoche contrajeron enlace matrimonial, Adriana Loetti y Hernán Brondani y formó parte de las emociones de la mañana de Confluencia y LT 12 el sábado a través del espacio “La Pluma y El Sentimiento”, donde habitualmente se emiten los escritos de Rubén Loetti, quien junto a su consuegra se emocionaron y dejaron sus palabras en la previa de la boda. AUDIO: La Pluma con los “consuegros”

El sábado y en una mañana especial para quienes contamos como un integrante más de nuestros programas, Luis Rubén Loetti, quien emocionado se acercó a contarnos que su segunda hija, Adriana, se casa. Entre la serie de coincidencias, hace diez años hizo lo propio con su hija Liliana, quien además hoy cumple años y coincide con la fecha de cumpleaños de Hernán Brondani, quien además lleva el primer nombre de pila que su esposo. Además de ser un suceso para quienes le apuestan algún numerito a las quinielas, se siguieron dando coincidencias, como la relación de Rubén Loetti, quien entrenó hace mucho tiempo en Barraca al padre de Hernán o la misma comunicación entre los consuegros sin que ambos sepan que lo iban a hacer y que ni siquiera fuera tarea de producción, ya que mientras Loetti esperaba, la Sra. Alicia Zdanowicz esperaba para saludar a la pareja e hijo por el enlace y su cumpleaños.
Ambos definieron a sus hijos con todo el amor de padres, se emocionaron y dejaron conmovidos a la audiencia que quizás sintieron la felicidad por estos dos jóvenes de nuestra ciudad, como Adriana, ex reina y entusiasta de Carumbé, además de ser co-conductora del programa El Magazine del Carnaval junto a Ignacio Villanueva y el Profe de Educación Física Hernán, quien jugara en Argentinos Junior y fuera uno de los arqueros estrella del Club Barraca.
Esta ocasión especial por supuesto no podía pasar sin que quede escrita en la pluma de nuestro querido escritor, quien se refirió a este día particular de la siguiente manera:
Liliana y Adriana.
Toda la vida fui un soñador, pero cuando estas dos niñas, Liliana y Adriana, llegaron al mundo que creamos con Clarita (una amiga de mi juventud), creo ya me sentí casi realizado y con los sueños cumplidos. Pero había mucho por recorrer y las cosas pasaban en loca carrera, consumiendo horas, meses, años. Pasó la época de los pañales, del jardín, del primario, el secundario, las comparsas, y casi sin darme cuenta, el tiempo comenzó a pintarme el pelo color ceniza.
Liliana, mi primera hija, formó su hogar y ya empezamos quedar con una silla vacía, una cama siempre extendida y un montón de recuerdos en forma de fotografía. Yo me refugié en la escritura y un poco más en el dibujo. Era como una terapia.
Hoy se casa Adriana, mi segunda hija, y nuevamente la vida me regala la dicha de transitar ese largo y corto camino que comienza en el Atrio de la Iglesia y termina en el Altar. Es la segunda vez que voy a acompañar a una hija vestida de novia. Como es la vida ¿no? Ya van a ser dos las sillas vacías. Estamos quedando como al principio: Clarita y yo. En la mesa van a alcanzar dos platos, dos sillas, y con los duendes de los recuerdos jugando entre las migas esparcidas en el mantel familiar.
Toda la vida fui un soñador, y más aún hoy que cuento los días de la semana, esperando ansiosamente la llegada del domingo, para disfrutar con los nietos de las comidas en familia. Los duendes de los recuerdos seguirán estando y jugando como siempre entre las migas de pan esparcidas en el mantel de la esperanza, que con los años fue bordando la abuela Clarita.
Adriana: que la familia de Belén derrame su bendición sobre el hogar que hoy vas fundar. Y que te acompañe la misma suerte que tuvo tu hermana Liliana, cuando se animó a ir a cumplir cristianamente con su destino.
Luis Rubén Loetti
Sábado, 28 de diciembre de 2013