DELIA RAQUEL FLORES
Se hace camino al andar...
(Sábado, 7 de Diciembre) Delia es una auténtica correntina nacida en Paso de los Libres, vivió en el campo en las cercanías de la localidad de Bonpland hasta la edad escolar. Disfrutó a pleno el contacto con la naturaleza, vivió las épocas de esquila, anduvo a caballo y bebió leche recién ordeñada, tuvo una vida típica de campo, tranquila, y salió de allí para insertarse en el competitivo mundo de los negocios, los viajes al exterior, las misiones comerciales y mucho más.

Delia Raquel Flores, fundadora de GEMA visitó la última semana de noviembre, a las socias de las delegaciones de Corrientes y Resistencia, en el marco de la presentación de la licenciada Alicia Verna.
Delia R. Flores, presidenta y fundadora del Grupo Empresarial de Mujeres Argentinas (GEMA), acompañó a las socias de Corrientes y Resistencia durante la presentación que hiciera una de sus integrantes, la licenciada Alicia Verna, sobre el tema: Cómo incrementar ventas y reducir costos en época de oportunidad.
Aprovechamos la visita que hizo a las ciudades de Corrientes y Resistencia, para compartir una charla muy enriquecedora. Y ante el requerimiento de cómo se veía ella, nos dijo: “Sin dudarlo, como una empresaria, amante de mi tierra, de las maravillas que he vivido en mi lugar de origen, que hoy, instalada en Buenos Aires, añoro.
Y elegí esta ciudad solamente por un tema laboral, soy despachante de aduana, y en el ‘94 cuando me fui, fue duro el desarraigo. Trabajar en Buenos Aires era una novedad y un gran desafío, dista mucho de la aduana fronteriza que operaba con camiones. La gente, la idiosincrasia, la cultura, los horarios corridos, todo nuevo, todo diferente; aunque es hermosa, había que insertarse, tanto social como profesionalmente”.
Creó su propia empresa, lo que nos confirma que pudo insertarse en el mundo de los negocios. “Hubo personas que confiaron en mí, esos primeros clientes que uno nunca olvida, los que me ayudaron a dar el gran paso, ese que marca el camino, que luego, con mucho trabajo, esfuerzo, responsabilidad y resultados exitosos, hicieron que pudiera instalarme como empresa, con nombre e identidad propios.
Me capacité, participé de muchas misiones comerciales al exterior y opté por tomar casi propio, un refrán que dicen en Brasil: ¡Empresario es quien hace que las cosas sucedan! Entiendo que ser empresaria, es mucho más que llevar adelante una empresa o varias, es tener un sueño y hacerlo realidad, animarse a asumir desafíos, aprender a delegar para crecer, confiar en el equipo de trabajo, aprender a responsabilizarse por el éxito o el fracaso de cada decisión tomada”.
Alcanzado un objetivo, va por otras metas. “Siempre surgen nuevos objetivos, tras los que avanzo confiada y segura. El gran ícono en mi vida fue haber fundado GEMA. Tengo una vocación de ayudar a las mujeres porque a mí no me fue fácil abrirme camino en un ambiente de hombres. Admiro a aquellas que se han animado y se animan, como Hilary Clinton, Michelle Bachelet, hace poco leí la biografía de Golda Meir y me quedé fascinada con su vida.
Observo y aprendo también de empresarios exitosos, de hombres de la historia, como por ejemplo de Nelson Mandela a quien admiro como ícono de nuestra historia contemporánea”. Nos comentó que al conformarse GEMA, de inmediato se acercaron mujeres empresarias para formar parte de la asociación. “Las mujeres tenemos que aprender a estar en grupo, nos falta evolucionar en este sentido.
Tenemos que superar los celos, muchas veces nos enojamos por cualquier cosa y nos vamos dando el portazo sin hablar, sin aclarar. Tenemos que acostumbrarnos a dialogar más. Hay cuestiones como, primero dar para luego recibir, que transmito en nuestra entidad. Muchas se acercan con la idea de ver qué pueden conseguir rápidamente, y es un error.
Esto es una red que va consolidando relaciones, amistades, estando y permaneciendo. Yo pienso: qué mejor que cuando necesitás algo, primero, recurrir a tu comunidad que te conoce, que puede referenciarte o ayudarte.
¡Eso es GEMA! A pesar de que son muchos los negocios, alianzas, y asociaciones que han surgido en el seno de nuestra institución, considero que el concepto es algo mucho más profundo”. Y los resultados no se hicieron esperar.
“Empezaron a conocernos y comenzaron a llegar las satisfacciones. La dicha de ver las relaciones humanas que se van construyendo, más allá de las alianzas estratégicas y los negocios que se producen, está la solidaridad, el crecer juntas, compartir experiencias, saber que no estamos solas. La importancia del sentido de pertenencia, de ser parte de alguna asociación, red, para unir nuestros talentos y juntas crear algo mayor”.
Su liderazgo colaboró con GEMA, de una manera extraordinaria. “Mi rol de empresaria funciona dentro de la entidad como un motor generador de ideas y proyectos. Es maravilloso ver la sinergia que se produce, el entusiasmo que genera y cómo nos vamos multiplicando. También, dejamos huellas en el exterior, en la misión que realizamos a Túnez e Italia, fuimos recibidas y atendidas como reinas, en embajadas, cámaras, y asociaciones empresarias. Conocimos lugares históricos y paradisíacos de la mano de las empresarias que fueron nuestras anfitrionas, quienes nos agasajaron en lugares de ensueño”.
Por último, y después de haber escuchado atentamente cada palabra y conceptos expresados por Delia, le pedimos que nos revele lo que no se ve de ella a simple vista. “Soy una persona que se ha superado a sí misma. Siento que evoluciono, trato de ser mejor cada día. Sé escuchar y aunque a veces pueda resultar incomoda alguna crítica, la tomo en cuenta y actúo en consecuencia. GEMA me ayudó en mi proceso de evolución y de mejora constante, me ayuda a conocerme más, es como estar frente a un espejo. Observo la importancia de ser tolerantes, solidarias. Mi primer impulso siempre es pensar en el otro, ayudar es mi gran vocación. Creo que todos venimos a este mundo con una misión, y tenemos la responsabilidad de dejar algo mejor, no puede ser intrascendente nuestro paso por esta vida. Soy una persona afortunada y tengo mucho para agradecer, a mi familia, a mis amigos, a mis colegas de GEMA, a quienes me ayudaron en mis inicios, a la gente que ha creído y cree en mí y en mis proyectos. Agradezco a la vida, pero también creo que a la vida la creamos nosotros mismos; yo voy moldeando mis actividades y mi obra de acuerdo a lo que quiero, a mi sentir, a mi intuición. Medito bastante y eso me da seguridad, paz y crecimiento espiritual”.
Colaboró: Marian Gardiol.
(Diario Norte)
Sábado, 7 de diciembre de 2013