SIGUE LA ESPERA…
Pasó una nueva semana y no hay novedades
(Martes 1 de Octubre) La lista de días que pasan sin que Daniel y sus hijos puedan volver a reunirse se sigue abultando. Próximamente alcanzará los 210 días y la justicia sigue sin expedirse al respecto. Una prueba de ADN que se realizó en marzo todavía no tiene resultados, cuando el tiempo normal de demora es de entre 30 y 60 días.

Una nueva semana de sufrimiento pasaron, por un lado Daniel y su hija mayor, de diez años y por el otro los dos hijos de Peralta que se encuentran separados de su padre y su hermana hace ya más de doscientos días.
La situación no se presta para más análisis. No queda duda que la inacción de la justicia es insostenible y ya comienza a rondar el fantasma de que esto no sucede por un retraso del sistema judicial, sino que podrían haber motivos ajenos a la normalidad de cualquier proceso, sospecha que se ve fortalecida en la demora de los resultados de una prueba de ADN fundamental para que se levante la restricción que tiene Daniel Peralta de ver a sus hijos, que normalmente es de treinta a sesenta días, pero que en este caso ya superó largamente ese tiempo.
Tal como decíamos en la edición anterior, no existe intención alguna de poner en duda la investidura de la justicia, pero es el propio sistema el que hace que hoy la misma esté en el centro de los malos pensamientos y asimismo es que uno eleva preguntas que difícilmente alguien pueda responderlas como ¿Qué hay detrás de tanta demora? ¿Por qué la justicia no actúa y pone fin a una situación desgraciada, fundamentalmente para los menores que se encuentran en medio? ¿Es acaso la justicia corruptible en este tipo de situaciones? ¿Quién va a dar explicaciones por tanta demora? ¿Quién se va a hacer cargo por los daños que sufran los chicos ante esta distancia avalada por la justicia? ¿Cuáles son los intereses primordiales y las urgencias en este tipo de caso? ¿Por qué, ante la demora, no se buscó una alternativa para que los chicos no pierdan el vínculo con su padre, como por ejemplo, la posibilidad de visitas con algún tutor o bajo la vigilancia de alguna entidad que garantice el bienestar de hijos y padre?
Señores de la justicia, deberían entender que esta no es una telenovela mediatizada por Facebook o los medios que están verdaderamente interesados en que se imparta justicia. Esta es la situación de dos chicos, un padre y una hermana que están separados hace más de doscientos días por ustedes, por su inacción, por su falta de celeridad.
Es imperioso que hagan algo, por la institución de la justicia, pero fundamentalmente por los inocentes que sufren ante un proceso lento o inactivo del que no son culpables y sí víctimas.
Martes, 1 de octubre de 2013