DIALOGO CON MAFALDA MARTINS, CELADORA ESC. FRONDIZI
¿Donde fueron a quedar los sentimientos humanitarios que siempre tuvimos en nuestra escuela?
(Miércoles, 26 de Junio) Luego de las repercusiones tras el anuncio del Gobernador de la Provincia sobre la refacción del viejo edificio del Hospital para trasladar allí el Colegio Secundario “Arturo Frondizi”, Mafalda Martins, celadora de la casa educativa, emitió su opinión e indignación con la decisión de las autoridades, quienes aceptaron tal decisión. “Estoy muy contenta porque esos alumnos se expresaron de la forma en la que se expresaron, ellos saben que siempre estoy dispuesta para luchar por mi escuela Frondizi” decía en parte del dialogo. “Ellos creen que en una parte del predio le van a hacer aulas, ellos creen, yo ya no creo absolutamente nada”, reflexionó quien tiene en su domicilio las 4982 firmas que juntaron y entregaron a Colombi, tras lo que este prometió las obras para una nueva escuela, nuevo edificio, que inclusive tuvo su piedra fundamental en calle Brasil. AUDIO: Dialogo con Mafalda Martins

La mayor tristeza que tengo no es por no tener el edificio escolar, sino por la discriminación, yo me siento discriminada, y entonces como no van a estar discriminados nuestros alumnos. Usted sabe que nuestros alumnos no tienen la autoestima superada como otras personas y que nosotros tratamos de que ellos puedan entender de que la autoestima es no dejarse pisotear, pero no dejarse pisotear con buenas palabras, con buenos modales, con buenas formas de defenderse, eso es lo que transmitimos y muchos de los colegas también.
“Nos subestiman como institución, después de que damos la lucha en la sociedad para ponerle hombres libres a nuestra sociedad con todos los problemas que conllevan trabajar con distintas conductas, la vida de nuestros alumnos no son importantes para los gobernantes y parece que tampoco la de los educadores que llenamos esa casa de estudios, entonces nos dejan como un trapo viejo como un pordiosero en el fondo de Paso de los Libres y en el fondo del hospital un lugar y mas me duele por que los colegas lo aceptaron así como así, como una dadiva, somos tan poca cosa la escuela Frondizi que nuestros directivos aceptan una dadiva”.
“Yo fui de las alumnas que dio clases detrás de los cartones en la escuela 93 porque no teníamos aulas y hoy cuando podemos darles a nuestros alumnos escuelas nuevas que sean una realidad, porque nuestros alumnos viven debajo de los cartones a los mejor, y por lo menos esas ocho o seis horas que viene a clase que tengan un baño limpio, un patio limpio, un baño como la gente, que sepan que tienen una cosa distinta a lo que ven en sus hogares, yo digo ¿donde fueron a quedar los sentimientos humanitarios que siempre tuvimos en nuestra escuela?. Lo más triste es que los directivos no entienden esta postura”
Miércoles, 26 de junio de 2013