MEDIO AMBIENTE
Que "Botnia contamina" quedó aceptado en el informe binacional, subrayan los ambientalistas
“Si nos basamos en lo que dijeron los estadistas -en su momento, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y el embajador Héctor Timerman-, ‘si Botnia contamina, la cerramos’”, dijo en diálogo con Télam Martín Alazard, integrante de la Asamblea Ciudadana Ambiental.

Los tres puntos del informe ambiental ordenado por la Corte de La Haya ante la denuncia de los ambientalistas entrerrianos -que la papelera ex Botnia contamina, que afecta el río Uruguay y que el río Gualeguaychú requiere ser saneado- plantean un nuevo desafío a los estados argentino y uruguayo, afirmó hoy la Asamblea Ciudadana Ambiental, reunida con Télam en Gualeguaychú.
Alazard expresó que “nadie más puede decir ‘dudamos de si Botnia contamina o no contamina’: Nosotros consideramos que hay un informe concluyente que se dio a través de Cancillería aprobado por los dos estados, argentino y uruguayo, que dice ‘Botnia contamina’, ‘el río Uruguay está contaminado’ y ‘el río Gualeguaychú está contaminado‘”.
“Veremos cómo los estados manejan en la Corte Internacional de Justicia estas nuevas realidades, que dicen ’el río Uruguay está contaminado pero no podemos demostrar si la contaminación viene de Botnia o no‘; esto abre una expectativa distinta porque decían que Botnia no es contaminante yu ahora tienen la contaminación de Botnia aceptada por ambos lados”, enfatizó.
La entrevista con los ambientalistas se realizó en la Casa de la Cultura de la ciudad de unos 90 mil habitantes, donde se reunieron para recibir a Télam Alazard, Juan Veronesi, María del Carmen Mendoza, Mercedes Ramallo, Julio Rivero, Mario Boari, Gilda Bilinsky, Alicia Watters y Javier Preto.
“Como Asamblea siempre hemos dicho la verdad de frente y con independencia política: Botnia contamina, basados en lo que son las plantas de celulosa reconocidas por la Organización Mundial de la Salud en un rango de las industrias más contaminantes”, reivindicó Alazard, médico de Gualeguaychú.
Respecto al caudaloso río sobre el que se asienta la gigantesca planta, en la localidad uruguaya de Fray Bentos, “dice el informe ‘está contaminado’, lo que se condice con lo que dijo la Corte Internacional de Justicia de La Haya y también estamos de acuerdo porque es otro acierto del segundo diagnóstico de la Asamblea: Botnia estaba contaminando el río Uruguay”.
“El tercer diagnóstico, y de lo que nacionalmente no se había hablado, es de la contaminación del río Gualeguaychú, de la que también la Asamblea e instituciones como el Foro Ambiental dijeron que había que trabajar para frenar ese proceso” y lograr el saneamiento.
Alazard razonó: “O sea que en los tres puntos que toca este informe, más allá de detalles técnicos, es concluyente para nosotros y abre una nueva perspectiva: se reconoce el problema, se acepta que Botnia contamina, entonces trabajemos para que se solucione el problema”.
Veronesi observó que “no hay ninguna demostración para poder afirmar que el río Gualeguaychú contamina más que Botnia; de ninguna manera la magnitud de la contaminación de la empresa (de pasta celulosa para fabricación de papel) es comparable a lo que puede estar aportando el río y la ciudad de Gualeguaychú al río Uruguay”.
Para los ambientalistas, empieza el segundo capítulo de la lucha ambiental que comenzó hace más de una década: “De ahora en más, le diremos a los estados ‘¿Qué hacen con los resultados de los monitoreos?“.
Esto, “a pesar de que no se cumplió taxativamente con lo que dijo la Corte de La Haya sino con las actas reversales que firmaron como acuerdo político (los ex presidentes) Cristina Kirchner con ’Pepe’ Mujica”.
Para los asambleístas, que mantuvieron durante meses un corte en el puente internacional que une Gualeguaychú con Fray Bentos, el acuerdo político redundó en “una determinación un tanto desequilibrada“.
“Hubo un ingreso por mes a la planta de Botnia avisando hora, día y lugar donde tomar la muestra; contra un monitoreo continuo en la boca del río Gualeguaychú, que ni está en el caso de la Corte Internacional“, criticaron.
Las 400 páginas que componen el informe científico que la binacional Comisión Administradora del Río Uruguay entregó el último miércoles a la canciller Susana Malcorra y al subsecretario uruguayo José Luis Cancela, indican que la planta de pasta celulosa ahora llamada Orión (UMP ex Botnia) jamás permitió hacer mediciones en la boca de salida de efluentes.
Un grupo de médicos forenses del Superior Tribunal de Justicia determinó la contaminación de varios habitantes de Gualeguaychú por ácido sulfhídrico -sulfuro de Hidrógeno, gas más pesado que el aire-, dato que consta en las causas del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.
Los ambientalistas propusieron que también se podría chequear el uruguayo río Negro, que desemboca a 30 kilómetros del efluente de Botnia. Un trabajo del ingeniero Elías Matta, un experto en plantas de celulosa de la Universidad del Litoral, menciona que un informe de la consultora canadiense EcoMetrix estableció que las emisiones de Botnia, en su volumen, equivalen a más de 20 parques industriales de Gualeguaychú.
Mientras trascurría la reunión, los ambientalistas recibieron con satisfacción la confirmación del presidente de la delegación argentina en la CARU, Mauro Vazón, para un próximo encuentro con la Asamblea Ciudadana, que llevó a gesta ambiental nacional un reclamo regional en movilizaciones de cientos de miles de personas.
Viernes, 4 de noviembre de 2016