NOGOYÁ
"Hay curas que proponen a los laicos ese tipo de prácticas"
Lo reconoció el sacerdote, en uso de licencia, José Dumoulín. Habló de la investigación iniciada en el monasterio de Nogoyá. "No se puede tolerar que alguien le diga a una persona que se tiene que flagelar para seguir el camino de Dios".

"Pepe" Dumoulín admitió haberse "sorprendido por la publicación de la novedad en cuanto tal" pero también reconoció que "era algo que había escuchado alguna vez como algo que ocurría, sin tener una constatación o una versión oficial de los hechos, pero sin dudas era algo que se comentaba por chicas que habían estado ahí y salieron o por conocidos y familiares que decían que algo raro ocurría dentro del monasterio".
"Se hacía mucha referencia al tema del demonio de una manera llamativa y extraña, por cuanto sorprende que haya salido a la luz pero no sorprende en cuanto al manejo de las versiones que uno tenía", admitió.
"Obsoletas, absurdas y locas"
Sostuvo, respecto de la responsabilidad que le cabe al arzobispo de Paraná, que "es lógico como todo el manejo de estos temas que se tratan de disimular y esconder porque se cree que eso es normal y que está bien; y no logran darse cuenta del daño que se le está haciendo a las personas que están o estuvieron en esos lugares".
Analizó que "este tipo de prácticas es un estilo que se viene llevando adelante con una forma de entender la religión y las prácticas de espiritualidad que son totalmente obsoletas, absurdas y locas; que están en desuso actualmente y que siempre fueron aberrantes y no conducen a nada".
Entender la religión o la espiritualidad por ese tipo de situaciones o prácticas es algo totalmente desubicado. Pero ellos lo toman como algo que está bien y que es normal que suceda, y por eso no deben querer intervenir, y también para no dañar o ensuciar la imagen y la trayectoria que tiene el convento".
Lo que sucede en la diócesis
Sostuvo que sostener este tipo de prácticas "es una cosa ilógica y ridícula" y, sin embargo, "esta gente defienden y proponen estas situaciones" Reveló, en tal sentido, que "incluso en la diócesis hay curas que proponen a los laicos ese tipo de prácticas" y definió que "es una cosa aberrante, inhumana, y no se puede tolerar ni permitir que alguien le diga a una persona que se tiene que flagelar para seguir el camino de Dios o tener una espiritualidad más sana; eso es estar fuera de foco, no es normal".
También se refirió a la responsabilidad que le cabe a la madre Superiora del lugar ya que sostuvo que "tiene que haber una intervención y una bajada de línea muy concreta y clara". Dijo, luego, desconocer a la actual Superiora y recordó que "hace unos años la Superiora era la más perversa que manejaba y manipulaba toda la actividad del convento".
Reiteró, de todos modos, que "más allá del convento son prácticas que son tenidas actualmente en otros ámbitos por sacerdotes de la diócesis (y que el obispo debe conocer y seguir avalando) que le siguen proponiendo a los fieles y laicos ese tipo de cuestiones para el crecimiento espiritual". "En la diócesis se encuentran defensores de ese tipo de prácticas", criticó.
Cuestionó, finalmente, que en la Iglesia "las prácticas del silencio y el ocultamiento son normales; eso quedó demostrado en varias oportunidades y esto es una muestra más de ese procedimiento, y con estas cuestiones que tienen el trasfondo aberrante de las prácticas de flagelación que no tienen sentido y no conducen a nada".
Viernes, 26 de agosto de 2016