MUNDIAL 2014
Presión, lágrimas y temores, Brasil vs. sus emociones
"Me está gustando nuestra relación con Regina Brandao, la psicología te ayuda en la vida. Estoy aprendiendo mucho con ella y espero poder seguir haciéndolo". Así opinió Neymar este miércoles sobre su relación con la psicóloga deportiva que trabaja en el estado emocional de los futbolistas brasileños de cara al duelo del viernes frente a Colombia.

Scolari y Parreira, entrenador y coordinador de la selección brasileña respectivamente, recurren a la psicología para que sus jugadores no sufran estrés.
La académica, persona de confianza del seleccionador Luiz Felipe Scolari desde hace 20 años, fue convocada de urgencia a la Granja de Comary, campo de concentación del equipo anfitrión, tras la conducta de algunos jugadores el pasado sábado en el partido ante Chile, donde referentes como Julio César, Thiago Silva y Neymar no pudieron contener las lágrimas antes, durante y después del juego.
El miedo a perder merodeó por Belo Horizonte en el tiempo suplementario y a la hora de los penales. Provocó infartos en las tribunas y el llanto de los jugadores, quienes sienten la obligación de que la Copa quede en casa y provocar la alegría de un país dividido por la organización del Mundial pero unido por el nacionalismo a la hora de alentar al equipo de Scolari.
Regina Brandao fue la responsable de trazar el perfil psicológico de los 23 jugadores al inicio de la concentración en Teresópolis, a finales de mayo, y tuvo que regresar por expreso pedido del entrenador para bajar la tensión de sus futbolistas. El objetivo es tranquilizarlos, marcar los aspectos positivos de lo conseguido hasta el momento y prepararlos para encarar la recta final.
La emoción de Neymar durante el himno antes de enfrentar a Chile; el temor del capitán Thiago Silva, que le confesó a Scolari que no estaba preparado para ejecutar en la tanda de penales y el posterior llanto durante los lanzamientos; y un Julio César cargado de emoción tras convertirse en héroe sin poder ocultar sus lágrimas desnudaron la presión que cargan sobre sus hombros los jugadores verdeamarelhos.
Un estado emocional peligroso que para el "eterno capitán" Carlos Alberto Torres, campeón del mundo en 1970, si no se corrige, puede derivar en una "sorpresa desagradable" ante Colombia, en Fortaleza. "Yo nunca vi llorar tanto como ahora", confesó el ex mundialista, que sin embargo confía en las virtudes del actual cuerpo técnico para corregir este aspecto.
Un país confía en Neymar, un crack de sólo 22 años que dice haber encontrado la manera de disfrutar los partidos pero que a la hora de jugar da muestras lógicas de sensibilidad. Brasil camina por las calles portando la camiseta amarilla con la 10 de Neymar en la espalda, no existe otro héroe local. Y en las declaraciones, la figura del Barcelona se muestra consciente.
"No estamos para dar show, sólo queremos ganar"; "Brasil tiene que ser campeón, no importa cómo"; "Nuestro compromiso es muy grande, quiero ganar medio a cero"; "Ante Colombia es otra guerra"; "Existe la presión por jugar un Mundial"; "Tengo que ser feliz porque así las cosas pasan"; "Vamos a trabajar para que todos sonrían"; "Ser campeón es lo único que quiero"; todas declaraciones de un mismo personaje que necesita estar preparado futbolistica y anímicamente para cumplir ese sueño que involucra a 100 millones de brasileños.
Jueves, 3 de julio de 2014