INCENDIO DEL PANTEON DE POLICIA FEDERAL Una lamentable postal... Este martes, alrededor de las 19 horas, un incendio de graves proporciones se abatió en el Panteón de la Policía Federal ubicado en el Cementerio de la Santa Cruz, con el lamentable saldo de la destrucción total del mismo afectando a medio centenar de féretros allí depositados. Minutos antes fueron varias las personas que habían asistido a visitar a sus familiares. Los últimos en solicitar la llave de acceso fueron dos jóvenes que habitualmente visitan ese panteón. Galería de fotos en interior 
Pocos minutos después de las 19, el sereno que ingresaba a cumplir su turno, se percata del fuego que se inició en la planta baja y llama a los bomberos que a pesar de la rapidez en concurrir, no pudo evitar que el fuego se propague en forma inmediata.
Fue todo tan rápido, tan contundente que nada se pudo hacer para evitar tamaño desastre.
El incendio se propagó por varias razones, las que fueron confirmadas por los peritajes, en especial, por las tapas de acrílico altamente combustibles que poseían esos nichos. Además, internamente ese panteón tiene solamente una estructura metálica donde se apoyan los féretros, no siendo nichos individuales. Esto, por la presencia de madera de los cajones, ardió tan intensamente, ocasionando que se desuelden y estallen los féretros, despidiendo las grasas de los mismos, constituyendo una bomba de tiempo.
Aún después de ser apagado el incendio volvía a arder por la magnitud y los elementos combustibles.
El miércoles hubo peritajes
Alrededor de las 15:40 se hizo presente una delegación de la Policía de la Provincia de Corrientes, con dos peritos, los funcionarios Zaracho y Gomez Quiñonez, quienes se constituyeron en el lugar con otros efectivos locales, el encargado del cementerio Luján Aracama, una consigna de la Policía Federal suboficial Canteros y empleados del cementerio.
Una vez recorrido el lugar, el perito comentó que a prima facie el fuego se inició en el ala izquierda del panteón, allí donde se manifiesta la mayor avería y que por las características de la construcción, este ofició de chimenea, provocando que el fuego se propague hacia arriba y a la vez hacia la derecha.
La estructura metálica que sostenían los féretros, cedieron por el fuego cayendo los féretros unos sobre otros. Por ese motivo se ve en las fotos que se han encimado las metálicas de esos cajones que no se consumieron más que la madera.
Un sector interno quedó con esas tapas de acrílico, que los peritos observaron y determinaron que son de alta combustión.
Por ese motivo, no caben dudas de que tan solo una vela, inició todo el desastre.
Se pudo haber evitado?
La pregunta del millón. Pues no es la primera vez que muy a pesar de las recomendaciones allí existentes, de que no se enciendan velas, lo hacen igualmente y en algunas ocasiones, los acrílicos ardieron sin pasar a mayores.
Esta vez, con las altas temperaturas registradas y el viento reinante, fueron propicios para que el desastre se concretara.
Indignación en familiares que desde hace tiempo reclaman por el estado de dicho panteón y agregan que son altos los descuentos realizados tanto a personal activo como retirados y pensionados pero que no se manifiesta en gastos de mejoras en dicho panteón.
Hoy no sabemos de quien depende el mantenimiento, si del circulo de suboficiales o algún área de la repartición.
Lo que sí sabemos, es que tuvo que pasar esta desgracia, para ver de cerca cuan obsoleta era la construcción del panteón.
De solo observar que las mallas donde se apoyaban los féretros estaban sujetas a las paredes mediante tarugos, no se explica cómo no se derrumbó antes con el peso de los cajones.
Pero eso será tema que deberán discutir ante quienes corresponden los afiliados, los deudos y damnificados por este desastre.
Es correcto señalar además, que al panteón tiene acceso la familia policial, mediante una llave que se encuentra en la oficina de acceso y de allí es retirado por el familiar que concurre a dicho panteón.
Informe: Guillermo H. Fernández
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