POR DANIEL CARAM
Mayor compromiso
En una nueva asamblea de la Conferencia Episcopal, la Iglesia volvió a expresar la inquietud de la Iglesia por el avance del narcotráfico en la Argentina. "No deja de conmover a la sociedad el número de muertes por enfrentamientos de grupos que comercian", indicó José María Arancedo. La situación de Corrientes, por cuestiones geográficas y de seguridad, adquiere significativa trascendencia, y merece el mayor compromiso de todos.
“Creo que es un tema que preocupa a toda la ciudad de Corrientes, y el Interior. Hablo de la realidad que se habla acá. Por ejemplo, el domingo pasado tuve la situación de madres que se acercaron preocupadas porque denuncian en la policía que están vendiendo drogas en la cuadra, y lamentablemente no se toma ninguna acción”, denunció hace poco el padre Pini, a cargo de la parroquia Nuestra Señora de Itatí, en Capital.
No es nuevo esto de la relación directa entre el compromiso de la Iglesia y la realidad dura de la droga en nuestra sociedad.
Desde hace años, por caso, en la localidad de Itatí se suceden hechos policiales relacionados con el narcotráfico, y la consecuente denuncia de los religiosos. ¿Qué se hace? Nada
Es más: los mismos sacerdotes que denuncian suelen ser obligados a trasladarse a otros lugares cortando de manera más fácil un problema que está matando a nuestros chicos.
Quien hace algunos años era cura párroco de la localidad de Ituzaingó, Javier Romero, denunció en su momento un caso de prostitución infantil en el barrio Tabaí, un lugar muy humilde de la ciudad, y que llegó a sus oídos. Todo estaba relacionado, además, con el tráfico de drogas.
¿Dónde terminó Romero?. Fue destinado a la parroquia San José de Paso de los Libres.
Y volvemos a dichos del padre Pini: “hoy, los chicos van drogados a las escuelas. No sé cuál es el miedo que se tiene de hablar sobre esto. Estoy hablando de varias escuelas ¿Por qué no hablar? ¿Por qué no mejor unirnos, para luchar contra eso?”.
“Me molestó mucho la respuesta de una persona que hoy está al frente de un área del tema de la prevención y la drogadicción en un diálogo personal, que me dijo: "Sí, uno tiene miedo de decir algunas cosas porque después puede aparecer tirado en una cuneta"... Esa es la realidad.
En un estado sin políticas claras en la materia, y preocupado siempre por cuestiones temporales relacionadas con los tiempos electorales, es obvio que no se tomarán decisiones correctas. Nadie se compromete.
"Si la dirigencia no toma medidas, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar las mafias del narcotráfico", dice la Iglesia. En Corrientes, estamos perdiendo
Sábado, 25 de abril de 2015
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