COMENZÓ A ANDAR LA EDICIÓN DE PLATA DEL CHAMAMÉ
Los acordeones sonaron y el cielo de Corrientes permitió el inicio de la fiesta
Después de las 21, se lanzó la edición de plata de la Fiesta Nacional del Chamamé y 11ª del Mercosur.Las últimas lluvias caídas en la capital correntina amenazaban el inicio de la edición de Plata de la Fiesta Nacional del Chamamé, pero, un cónclave de chamameceros celestiales permitió que el anfiteatro Cocomarola pudiera encender sus luces, abrir sus puertas y que los acordeones hagan bailar a las estrellas.
Y, de esta manera, comenzaron a desfilar las más importantes figuras del chamamé por el escenario Osvaldo Sosa Cordero. Un escenario que se vistió de fiesta para conmemorar sus 25 años de trabajo, de esfuerzo, de replantearse cosas y de seguir adelante. Fueron dos décadas y media en las que el chamamé buscó un espacio. Espacio que primero consiguió a nivel provincial, luego nacional, y hoy se puede decir que comienza a perfilarse en Iberoamérica y el mundo. Por eso, muchos referentes de esta música hablan de la Fiesta Mundial del Chamamé, debido a la cantidad de extranjeros que disfrutan de cada una de sus lunas.
Quizás por ello uno de los más importantes referentes de este estilo musical, como es Antonio Tarragó Ros –que subirá al escenario esta noche-, dijo que “el chamamé es un milagro”. Y esto porque, desde su punto de vista, el chamamecero encuentra en este mágico y sabio tamiz el significado de la eternidad.
Palabras de un hombre que llevó la música -que tiene a su padre como uno de los máximos creadores-, a todo el país y más allá también. Un músico que con sólo tomar el acordeón entre sus manos hace que el sonido del chamamé transforme los rostros de quienes lo escuchan y los cuerpos comiencen a prestarse para el baile. Esa magia logra el chamamé y sus chamameceros. Quizás por ello se dice que es una música que nace desde el alma y se la interpreta con el corazón. Quizás por ello, incluso para quienes no lo entienden, con sólo escuchar sus acordes o sus letras son capaces de percibir cómo los sentidos del cuerpo responden a ella.
Y esto tiene que ver también con la fortaleza de sus instrumentos, de su baile y su poesía. Algo que Antonio conoce y mucho; quizás por ello afirma que estos 25 años de la Fiesta Nacional del Chamamé es una celebración del ser correntino. “Aquí orgullosamente comprobamos todos los años cómo nuestro pueblo desde el arte educa, reza, enamora, respeta y busca a Dios”, dijo.
“El chamamé hace, por ser una danza-rezo, los milagros”, algo que, según él, no pueden lograr otros estilos. Y con esta música se develan los misterios de los magos sagrados, que no son otros que Cocomarola, los Ernesto Montiel, los Mario Millán Medina, los Tarragó Ros.
Hoy, Antonito subirá al escenario mayor, como lo hizo aquel 6 de septiembre de 1985, en el estadio delclub Juventus -primera vez de este importante encuentro chamamecero-. Sólo que lo hará con otro escenario, otro público, pero con la misma esencia chamamacera.
Una esencia que más allá del paso del tiempo se mantiene intacta. Una esencia que rescata otro de los grandes de nuestra música, como es Raúl Barboza, quien se presentará el lunes próximo en este escenario. El artista, de 77 años y radicado en Francia, no deja de valorar el crecimiento de la Fiesta Nacional del Chamamé, pero afirma también que el pilar de nuestra música sigue siendo sus raíces, como en sus inicios.
Y, precisamente por ello es que afirma que este lunes subirá al escenario mayor “con la misma actitud de respeto a la música, al arte y a la gente que viene a disfrutar del chamamé”.
“Cuando subo a todos los escenarios del planeta no me interesa saber si estoy en un lugar donde hay que pagar mucho dinero para estar o si tengo que tocar bajo un árbol para gente que no tiene a veces casi ni para comer, lo importante para mí es ofrecer desde mi espíritu lo que el gran espíritu me prestó”, dijo, sin desconocer que el escenario Osvaldo Sosa Cordero tiene la magia de lo propio y de sentir que es su gente la que tiene la oportunidad de compartir esta bendición de hacer música.s
El inicio
Tímidamente el público comenzó a acercarse a las puertas del anfiteatro Cocomarola, dado que el pronóstico de lluvia hacía pensar que la fiesta no iniciaría. Pero, el cielo le dio una oportunidad al chamamé para que se luzca, no sólo en este espacio sino a nivel nacional e internacional. Las voces de nuestra música, los instrumentos y los cuerpos danzando fueron la gran apertura de esta fiesta que se extenderá hasta el domingo próximo.
Sábado, 17 de enero de 2015