POR ORDEN DE LA JUEZA FEDERAL DE PASO DE LOS LIBRES
Apresaron a narco que operaba con menores en Mercedes
Estaba en libertad desde 2012 pese a que lo investigaban por prostitución de niñas. La privación de la libertad se hizo efectiva el viernes por una orden de la jueza federal Cristina Pozzer, en allanamientos a viviendas de los barrios San Martín y San Pedro de la ciudad de Mercedes.
Luego de cuatro años de dilaciones, la Corte Suprema de Justicia estableció la competencia federal de una causa judicial iniciada en 2012, al tiempo que habilitó la detención de un narco con un extenso prontuario policial y que se valía de menores para vender estupefacientes en escuelas de la localidad de Mercedes. El imputado por el delito de venta de drogas además es investigado por una causa de prostitución de niñas y por someter a tratos crueles a menores de edad en situación de discapacidad. La privación de la libertad se hizo efectiva el viernes por una orden de la jueza federal Cristina Pozzer, en allanamientos a viviendas de los barrios San Martín y San Pedro de la ciudad de Mercedes, inmuebles que eran utilizados para el acopio y venta de estupefacientes y donde además se adiestraba para que los distribuyan en la zona. El detenido, Milcíades Bartolo Miño, tiene 46 años y es conocido con los apodos de El Paisa y Negro Bidón. Había estado preso en centros carcelarios de máxima seguridad, y ahora está sindicado como la cabeza de una organización que se vale de niños y adolescentes para la distribución y venta de marihuana y cocaína en instituciones educativas de Mercedes. También se sospecha que regentea centros de comercialización de estupefacciones en los barrios mercedeños.
La operación que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) el viernes fue ordenada por la magistrada a cargo del Juzgado Federal de Paso de los Libres que tiene jurisdicción en la zona de la costa del río Uruguay y centro de la provincia. Ese día se movilizaron unos cincuenta efectivos que participaron de las dos intervenciones ejecutadas en forma simultánea que se llevaron adelante desde las 19 de ese día. Uno de los inmuebles intervenidos está ubicado en el barrio San Martín y funcionaba como centro de venta de drogas, razón por la que había sido registrado en julio pasado cuando detuvieron al propietario, El Pelado Benítez, quien es parte de la organización narco organizada por Miño. Pese a que Benítez permanece privado de la libertad, se sospecha que la banda investigada continuaba con la utilización del lugar para fines ilícitos, pero el operativo realizado anteayer en ese lugar tuvo resultado negativo. En tanto, en el barrio San Pedro, ubicado en la zona rural de Mercedes, los efectivos de la PSA detuvieron a El Negro Bidón (El Paisa) al tiempo que secuestraron estupefacientes y aproximadamente $2.600, presuntamente obtenidos con la venta de marihuana al menudeo. Fuentes judiciales informaron ayer que Miño vivía en la zona rural, alejado de la ciudad de Mercedes, pero esa vivienda sería el centro de organización de venta de drogas al menudeo y adiestramiento de sus futuros vendedores (soldaditos) menores de edad. Los datos obtenidos de la investigación sugieren que la droga sería vendida en la zona cercana a las escuelas de Mercedes. La jueza fundamentó su detención en la existencia de peligros procesales y la posibilidad de fuga, pero también tuvo en cuenta la gravedad y relevancia social de los delitos, la expectativa punitiva (cantidad de años de prisión) y la intención de eludir a la Justicia. Luego de la detención, la jueza federal Pozzer Penzo ratificó su procesamiento al considerarlo a prima facie autor material penalmente responsable del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, doblemente calificado por haberse servido de menores de 18 años y por su uso para facilitar y realizar otros delitos. Debido a que se dispuso el agravamiento del delito, Miño podría ser condenado a una pena de entre 18 y 25 años de prisión. También se le trabó un embargo de $100.000.
“SOLDADITOS”
La Justicia tiene probado que Milicíades Miño comercializaba estupefacientes valiéndose de menores de edad. “El medio empleado eran menores y discapacitados, a quienes primero introducía en el consumo de estupefacientes para luego forzarlos por necesidad de consumir sustancias, y después proporcionarles para su consumo”, informó una fuente judicial.
Pero también existen otras víctimas a las que se las obligaba a intervenir en la distribución de estupefacientes “mediante agresiones físicas, amenazas y encierros”.
Existiría en la actualidad una investigación para determinar la cantidad de niños y adolescentes sometidos a estas prácticas, pero actualmente se tienen como ciertos tres casos.
PROSTITUCIÓN DE MENORES
El 14 de noviembre de 2012 la Policía provincial allanó una vivienda del barrio San Pedro de Mercedes y detuvo a “Negro Bidón” Miño, luego de que fuera denunciado por “supuesta promoción y facilitación de menores agravadas”.
Había sido denunciado por haber privado de la libertad a dos niñas de 12 y 14 años y a un adolescente de 16 con capacidades diferentes, a quienes sometía a tratos violentos.
Además, las menores eran obligadas a consumir estupefacientes para prostituirlas en el mismo lugar donde permanecían encerradas.
Según los testimonios de la causa, “las chicas no se podían escapar, ellas querían irse pero las dos eran obligadas a prostituirse”.
Estaban privadas de la libertad y sólo tenían contacto con el victimario. “No las dejaban salir de la casa, y sólo las sacaban para prostituirse. Vivían empastilladas y drogadas”.
Por esto “las menores tenían -según las psicólogas- temor a las represalias del victimario”.
Una de las víctimas contó luego que el día que la rescataron: “Los policías tuvieron que romper el candado para sacarme porque no encontraban la llave. Me abrían sólo para ir al baño”.
Durante su exposición también dijo: “Estaba vigilada para que no me escape, y me tenía para vender droga con él”.
En esa situación estaba también un chico discapacitado que entonces tenía 16 años a quien “lo judeaba como quería”.
(Diario Norte)
Domingo, 25 de septiembre de 2016