POR CARLOS PEREGO
El PJ de Libres sigue a la espera
El peronismo libreño sigue esperando para que sus nuevas autoridades asuman, aunque el acto sea meramente protocolar, ya que de hecho deben estar ya en funciones desde el 9 de agosto, el presidente acordado, Walter Fontana, sigue a la espera de que lleguen autoridades provinciales para ungirlo...
El peronismo libreño sigue esperando para que sus nuevas autoridades asuman, aunque el acto sea meramente protocolar, ya que de hecho deben estar ya en funciones desde el 9 de agosto, el presidente acordado, Walter Fontana, sigue a la espera de que lleguen autoridades provinciales para ungirlo mientras que la gran mayoría del concejo electo sigue en el desconcierto de la falta absoluta de comunicación del nuevo presidente con los demás miembros que deben conducir al PJ por los próximos 4 años, ni siquiera mantiene diálogo con los miembros de la mesa ejecutiva.
Mientras Fontana evade permanentemente el dialogo con la mayoría del PJ local a la espera de alguna bendición que le de algún viso de legitimidad, su descrédito se acrecienta día a día dentro del peronismo. La renuencia a reunirse y a dialogar se debería a evitar los cuestionamientos sobre su proceder en las dos últimas elecciones, principalmente en la del 5 de julio donde literalmente desapareció de la faz de la tierra.
Mientras que las ciudades más importantes de la provincia ya efectuaron el acto protocolar de la asunción de las autoridades partidarias que están en vigencia desde el pasado 9 de agosto, Paso de los Libres, más precisamente el presidente electo Walter Fontana, sigue a la espera de que alguien de la dirigencia provincial llegue a esta ciudad a levantarle la mano y de dicha forma tratar de evitar los duros cuestionamientos que desde la mayoría de los miembros del Consejo Departamental le efectuarían sobre su comportamiento en las últimas elecciones, en donde el 5 de julio prácticamente desapareció, inclusive hay versiones de inducir a votar por otra lista que no era el PJ, y con relación a las PASO evitó en todo momento aglutinar al partido, marcando una severa diferencia con la mayoría del peronismo libreño, al punto de abrir una casa del FpV bajo el argumento de directivas de Camau, dejando de lado la histórica Casa del Pueblo, sede desde su inauguración hace tres años del FpV, con argumentos muy banales. Hecho que resultó infructuoso por cierto, dado que el sector relegado por Fontana, el de la Casa del Pueblo, trabajó sin ayuda alguna, con sus vehículos, con su dinero, con la mayoría de los punteros sin que nadie reclame absolutamente nada, llevando a cabo el mismo esquema que en las elecciones del 5 de julio llevo a que se obtengan 6 mil votos que permitieron colocar a dos concejales peronistas.
La motivación para su accionar se debería a su reticencia a admitir que a pesar de haber sido elegido por acuerdos previos como presidente del PJ, acuerdo al que se llegó merced a que muchos compañeros privilegiaron la unidad a los cargos declinando de los mismos, el poder real lo sigue manteniendo el anterior presidente y diputado electo Alberto Yardín, que curiosamente fue quien bregó para que Fontana fuera el presidente del PJ en el acuerdo entre las tres líneas locales y evitar la interna, interna que a ojos vista es llevada adelante por el nuevo presidente.
Goya, Corrientes, Curuzú, Santo Tomé, Saladas, mañana Mercedes, son solo algunas de las localidades en donde se puso en funcionamiento formal a las autoridades del peronismo, mientras tanto Libres sigue a la espera de que Fontana asuma su responsabilidad y lleve adelante las directivas que surjan desde el seno del Consejo Departamental, y ahí puede ser que radique el gran problema, la mayoría absoluta del cuerpo no le responde a Fontana, de los 24 miembros 18 mantienen diferencias políticas, partidarias y de trabajo con el nuevo jefe partidario, diferencias que no estaría dispuesto a aceptar, mucho menos que se le indique que es lo que se debe hacer, pretendiendo manejar al partido a su antojo, situación que a tenor de quienes componen el cuerpo colegiado se le va a permitir.
Es realmente increíble, por lo burdo, que a casi un mes de estar de manera formal a cargo del partido, Fontana no haya llamado a nadie de la mesa directiva, Vicepresidente y secretario Gral., ni a ninguno de los concejeros, más grave aún es el hecho de que a sabiendas que era el presidente electo no haya aparecido en ningún momento antes, durante y después de las elecciones del 5 de julio. No se puede entender que el presidente del PJ privilegie las relaciones con otras fuerzas en contra de la propia, que si bien deben tener su espacio dentro del FpV puesto que es necesario aunar los esfuerzos para lograr el cometido de elegir a Daniel Scioli como presidente de la Nación, pretenió hacer a un lado o desligitimar a la mayoría del PJ que se encuentra ubicado en la Casa del Pueblo. No se puede entender que hable de la juventud, de La Campora, de la CPF Joven, y diga que hablará con la JP más adelante cuando por cierto es la Juventud Peronista el grupo de jóvenes que mayor militancia tienen desde hace años, sin desmerecer a los otros grupos, pero la JP tiene como agregado que su presidente Celeste Ascúa fue candidata a concejal en tercer lugar y tiene posibilidades más que ciertas de ingresar al Concejo Deliberante, por lo cual el ninguneo de que “más adelante voy a hablar, luego de que lo haga con su jefe (Yardín)” dichos efectuados en el canal local son una total falta de respeto y de ver la realidad, y a esto hay que agregarle que desde que fue electo Yardín como diputado, el cual será indiscutiblemente el nexo con el partido y con sus bases, Fontana no ha propiciado una sola reunión, que no sea algún cruce de palabras de ocasión, dichos repetido en varios medios de que más adelante hablará con Yardín.
Algo huele mal pero afortunadamente, y a pesar de estas diferencias, se puede decir que el peronismo libreño sigue fuerte y mayoritariamente unido con la vocación de seguir trabajando para consolidar el modelo nacional dejando los obstáculos de lado, y como dijo el Gral. “el peronismo seguirá adelante con sus dirigentes a la cabeza o con la cabeza de sus dirigentes” frase por cierto muy adecuada a la situación, hasta premonitoria se podría decir.
Fontana deberá llamar a reunión del consejo departamental a la brevedad, vengan o no a levantarle la mano desde Corrientes, ante el hecho de una cada vez más cierta autoconvocatoria solicitada por la mayoría absoluta de la junta, y el único responsable de que ello ocurra va a ser claramente el propio presidente, Walter Fontana, en donde deberá allanarse a lo que disponga el cuerpo colegiado. Tal vez ese sea el temor para no convocar, no poder manejar un poder que desde el mismo inicio de tenerlo se está encargando de dilapidarlo.
El peronismo libreño ya tiene mayoría de edad, dejó de estar supeditado a “órdenes” de arriba, la muestra la dio al ir a elecciones con candidatos propios solamente, entendiendo que se debería reforzar en las elecciones intermedias a los cuerpos partidarios y legislativos propios y recordando experiencias pasadas en que los aliados, por ejemplo el concejal del partido Liberal Eduardo Balbastro (impuesto por Ctes.) ni siquiera agradeció el día de las elecciones que lo ungieron cono edil de esta ciudad y automáticamente se alió al radicalismo, o los diputados que entraron con votos peronistas y luego siguieron su camino solos y en contra del partido algunos, por eso estar esperando apoyos de arriba es bastante burdo e infantil.
Debemos recordar que el PJ dejó de repartir las “bolsitas” desde hace 5 elecciones, entendiendo que dicha práctica atenta con la dignidad de las personas y tan mal no nos fue, sabiendo trabajar todo el año con la gente la misma responde bien, por esta razón que a nadie se le ocurra pretender volver a la indignante práctica de comprar conciencias con un mísera bolsa de alimentos, puesto que demostraría la absoluta falta de convicción propia de lo que significa inclusión, sensibilidad, derechos, dignidad y justicia. Quien no puede ir a solicitar un voto de confianza a un ciudadano sin llevarle a cambio una “bolsita” claramente demuestra que no tiene siquiera el convencimiento de lo que solicita.
Los compañeros seguimos a la espera de que quienes asumieron la responsabilidad de conducir el partido realmente la asuman, y no estar esperando a quien para tener solamente un sello, vacío de contenido y lleno de intereses, espera el espaldarazo de afuera ya que no tiene quien se lo dé desde adentro.
Para culminar y mostrar una faceta más de lo que nos pasa, un dirigente no se puede manejar por chismes, sino no es dirigente es un chismoso, un dirigente debe evaluar lo que sirve o no a los intereses de la mayoría, debe saber ocupar su lugar y no pretender ocupar lugares que no le corresponde, no debe ser más papista que el Papa y hacer cosas solamente para agradar a los que están más arriba puesto que lo que demuestran es que está muy por abajo, un dirigente da la cara, va de frente, no usa a interpositas personas para hacer o decir lo que el no se anima, es una actitud de cobardía, hay que nuevamente referirse al Gral. Perón cuando dijo que “un peronista que se cree más de lo que realmente es deja de ser peronista para convertirse en oligarca” o cuando se refirió a que a veces llamaba a su perro, de nombre León, y venía pero sabía que no era un león, lo mismo ocurría cuando llamaba a los peronistas y sabía que muchos de quienes acudían no eran peronistas. Este es el centro del meollo libreño.
Curiosamente el nuevo presidente se encuentra más preocupado por lo que se dice en algunos medios y en ratificar que "a mi ningún periodista me va a hacer la agenda", curioso por cierto cabe preguntarse donde está la agenda.
Espero, como muchos, que de una vez por todas se hagan las cosas como corresponden, para el pueblo, y no se sigan buscando réditos personales.
Carlos A. Pérego
DNI 11591008
Jueves, 3 de septiembre de 2015
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